Gracias a la iniciativa de nuestro incansable e inquieto Manolo Espejo, los Batolitos hemos descubierto que el Aljarafe existe, no sólo desde el punto de vista rociero ya tan conocido, sino también el de los caminos que es lo que a nosotros nos interesa. Caminos que nos llevan de unos pueblos a otros a través de vericuetos, a veces forzados, para evitar la carretera, que nos hacen ver que todavía existen huertas, vaquerías, campos de cereales y pequeños cortijos en medio de tanta expansión urbanística.

El domingo 10, a pesar de los malos augurios que habíamos tenido durante toda la semana, hizo un día bueno para andar. Los que comenzamos en Almensilla disfrutamos de un cielo absolutamente azul y luminoso. El encuentro con los participantes curioso, porque algunos de los apuntados no se presentaron, pero otros tantos sí, con lo cual mareamos un poco a nuestro guía y protector, Salvador. Antes de salir nos previno de los "peligros" que teníamos que afrontar para llegar a nuestro destino. El caminar,encabezados por Mercedes, fue agradable y a buen ritmo, animados por el buen tiempo del que disfrutábamos.

Antes de entrar en Palomares, cuando estábamos haciendo una pausa en el parque, vinieron dos motorizados municipales para interesarse por el grupo y decirnos que los baños árabes ya estaban abiertos para nosotros. Nos encaminamos hacia allí, entramos con mucho cuidado porque el tocho aljarafeño estaba muy resbaladizo alrededor de las fuentes, nos hicimos la foto de grupo y seguimos.

A partir de aquí,hasta que nos adentramos en el camino viejo Palomares-Gelves, corredor verde metropolitano, los motorizados nos precedían para cortar el tráfico y dejar pasar a nuestro grupo.¡Todo un lujo que fue agradecido!
Y camina,caminando salimos a las 12.50h del Valle Blanco, frente a Porzuna que lucía más bonito que nunca gracias a la lluvia.

Así que deberíamos, de vez en cuando, movernos por los caminos del Aljarafe,que no serán tan espectaculares como otros, pero tienen el encanto de ser las vías por las que se comunicaban los que nos precedieron.

Mercedes Hidalgo