Bueno, había acabado la lectura de la parte xerezana del libro hace dos días, pero hasta ahora mismo no había hablado con el jefe de EMEMSA.
El libro es interesantísimo y me he reído bastante con los desmanes del concejo, la realeza, los terratenientes y demás caterva de malandrines para sacar tajada de las tierras.
El terreno es ahora, efectivamente, propiedad del ayuntamiento, que lo explota para el bien de sus ciudadanos... ¡ejem, ejem!
Los montes estaban siendo explotados principalmente para monterías y madera, pero, supongo, con el auge del senderismo y cierta presión de este sector, el ayuntamiento permitía su disfrute con visitas guiadas por grupos y gratis. Según parece hace poco dejaron de ser gratis.
No he querido discutir gravemente con el jefe. Le he solicitado permiso para pisar los montes en soledad o en un grupo reducido y me lo ha negado. Su primer argumento ha sido el peligro de las monterías, a lo cual le he respondido que fácilmente se organizan los permisos soslayando ese deporte señoritil.
Tras ello me ha argumentado que el ayuntamiento (en un tono algo paternalista) no puede permitir que la gente se pierda por sus montes, a lo que le he respondido que pueden exigir al caminante que se saque un seguro barato por día. A eso me ha contestado que para eso están los guías, para que la gente no se pierda.
Ante tales "potentes" argumentos y como me levanté no hace mucho decidí no discutir más.
En resumidas cuentas: Los que salen ganando son los señoritos monteros y los señores del concejo, que pronto privatizarán esa empresa y se la darán a cualquiera de sus amiguetes.
Esto es to, esto es to, esto es todo, amigos
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