De la inspiración de nuestro compañero Enrique Cisma ha salido un poema que generosamente ha regalado a nuestro club, puesto que va dedicado a todos los que formamos esta gran familia senderista. Muchas gracias Enrique por tu generosidad.
Siempre con el alma presta
para pisar los caminos
y disfrutar cada senda
con la luz de los sentidos.
A caminar sin desmayo,
ni tregua, ni remisión.
Caminar es el descanso
del ansia del corazón.
A renovar la esperanza,
el horizonte y los sueños,
a volar en la distancia
de otras tierras y otros cielos.
Caminos y más caminos.
Valles, ríos y montañas.
Los tenaces Batolitos
por los caminos en calma.
Soledades y silencios
igual que mágicos cantos,
donde susurran los vientos
y ríe un rumor de pasos.
Con el ánimo sereno,
con voluntad y tesón,
alegres por los senderos
soñando un mundo mejor.