Muy buenos días a tod@s:
Poco a poco voy completando las rutas que con tanto cariño nos propusieron Don Alfonso y Don José en su libro de la Sierra Norte.
Las descripciones de los periplos rayan a veces la exquisitez, mas ayer fui objeto (creo) de un relato difuso que hizo que errara el trayecto y me comiera, al cabo, unos 7 km extras de carretera. Me explico:
En la pagina 84 del susodicho libro se expone: "A unos 1400 m desde el puerto aparece un camino a la diestra que desechamos y 1.5 más tarde, el vial desemboca en el Cordel de Cantillana a Cazalla; aquí seguimos en la misma dirección y subimos ligeramente".
NO llevo GPS en mis andanzas y no suelo tener problemas con las descripciones, pero ayer, al llegar al puerto, me pasó lo siguiente:
Nada más alcanzar el punto más alto, y tras haber cogido la pista que manaba a la izquierda, paré un poco a reponer fuerzas. Fue ahí cuando mi interior me avisó que no vendría mal soltar lastre. El terreno no daba juego en absoluto y decidí aguantar, aunque unas vacas se hubiesen divertido por la exhibición evacuante (que no evacante).
No falla que yo haga 4 km a la hora, minuto arriba, minuto abajo, y habiendo andado algo más de un cuarto de hora (esto es, kilómetro y pico) me encontré con una bifurcación en leve ascenso. Antes creo recordar que percibí a diestra y siniestra jorros sin importancia. En tal bifurcación se podía seguir de frente o torcer a la izquierda. Las rodadas de los coches se dirigían a la izquierda. Las dos opciones portaban la misma anchura. Cierto es que no podía pensar muy bien con la urgencia intestinal, pero como llevaba caminado algo más de un km desde el puerto deseché, tal proponía el libro y sus 1400 m, el camino de frente (o diestra en este caso).
Seguí deambulando cual Heidi en Los Alpes y al poco alcancé una "urbanización" en la que en alguna fachada se leía "Galeón nº X", así que barrunté ese carril como el adecuado.
El soltar lastre se mostraba más que perentorio, pero entre tanta urbanidad y perro ladrador tuve que hacer de tripas refugio.
Al cabo percibí que la había cagado cuando desemboqué en la inequívoca carretera antigua por la que antes ya había transitado así que, ya derrotado, lo primero fue irme a derrapar por el terraplén que conformaba la cuneta y aliviarme entre el paso de algún animal de dos patas que no me sorprendió en tales lides de puro milagro.
Repasé entonces las notas y el mapa y percibí y clarifiqué el obvio error. Podía entonces haber regresado a aquella bifurcación, mas soy como los burros y no sé desandar, así que algo cabizbajo asumí entre resignación y curiosidad (nunca falta la curiosidad por conocer nuesvas tierras) el luengo tramo por carretera que deglutí. He de decir que desemboqué cerca del km 77.
Ya arribado a El Pedroso me llamó un amigo que había visto aparcado mi coche en Cazalla. Él estaba haciendo la misma ruta y le advertí de la difusa descripción conminándole a seguir de frente en la problemática bifurcación. Nos encontramos más tarde y me comentó que aunque yo le había advertido llegó a dudar.
Cuento todo este rollo no con el ánimo de desprestigiar lo que con tanto cariño vio al fin la luz, lleváranme los demonios si sólo la idea me rozara las mientes, lo expreso con el afán de advertir a tod@s los que vayan a realizar este itinerario y, sobre todo, por si hubiese una reedición de la obra se tuviese en cuenta mi desorientación y se puntualizara con más exactitud.
Besos a mi Pepito y a mi Alfonsito y salud a tod@s los demás.
