¡¡¡Pepe!!!
Has estado a punto de crearme una crisis maníaco-depresiva.
Cuando me dices que yo he estado allí, y en mi mente no tengo el mas mínimo recuerdo de esa cabaña de piedra, empiezo a pensar que ha llegado el principio del fin de mi ya escasa lucidez.
Después te apiadastes de mí, y me aclarastes que la cabaña había sido reconstruida recientemente, lo cual me devuelve la esperanza.
Posteriores pistas de compañeros, me han acercado a la respuesta, y por fin ha llegado la luz.
Sobre los restos de dicha cabaña, hemos estado sentados, consumiendo brebajes mágicos, mientras que se pronunciaban conjuros invocadores de brujas, trasgos y méigas, alumbrados por la rojiza luz de un sol que se despedía de nosotros, cediéndole su puesto de vigía y luminaria a la luna.
Pongo una foto que sirva de orientación a otros compañeros que, al igual que yo, han sufrido el desconcierto de ver un lugar en el que han estado, pero que ha sido transformado. Les cedo a ellos el derecho de rematar la faena, diciendo cual es el nombre de ese lugar que Pepecuen nos ha retado a identificar.
Gracias, Luis, por idear este juego tan divertido, y que pone a prueba nuestra retentiva.