2016-05-28.- SUBIDA A PICO MÁGINA Y REFUGIO MIRAMUNDOS. Crónica

Subida al Pico Magina (Crónica para Batolito)

 

Algunos batolitos teníamos ganas de completar nuestro reto personal “Ocho Cumbres de Andalucía”, otros, quizás iniciarán hoy un nuevo recorrido por  las alturas de nuestras sierras.

 

Por fin se concretó la salida, 27 y 28 de Mayo de 2016.

 

Como el desplazamiento es largo nos fuimos el viernes 27 a dormir a Huelma, “Pensión Angel”. Alojamiento acogedor, cena y desayuno más que aceptables.

 

Algunos damos una vuelta por el pueblo tras la cena para intentar hacernos una idea de donde estábamos.

 

Situado Huelma en una ladera, rodeado de olivares, calles empinadas, caserío de buen porte y algunas de escaso gusto, quizás no vimos el pueblo originario declarado Conjunto Histórico Artístico en 1981, fuimos subiendo sus empinadas calles hasta la plaza de la  iglesia, la calle de la cárcel y la calle del castillo.

 

Llama la atención el edificio renacentista, la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción  por sus dimensiones, su robusta torre campanario, obra de destacados arquitectos  de la época, como Diego de Siloe, Francisco  de Vandelvira y Francisco del Castillo.

 

Nobles protectores debía haber para acometer esta gran obra en el siglo XVI.

 

Y por fin, contemplando el castillo desde su calle empinada, el azar vino a los exploradores en la persona de Vanesa que nos incitó a transgredir norma y cancela para acercarnos a la base del castillo a través del quizás recinto amurallado, hoy huerto salvaje iluminado con los tímidos haces de luz de algún Iphone, convivencia forzosa de la tecnología actual con los restos medievales de aquella construcción para poder iluminar el roquedo donde se asienta nuestro objetivo.

 

Y Vanesa se esforzó hasta el límite para explicarnos algo de la historia, de las leyendas y de sus vivencias personales en este lugar.

 

Y nos hicimos la foto con  escasa luminosidad sobre el castillo, y nos retratamos con Vanesa, y con prisas para acompañar a sus amigos a tomar vinos nos confesó que se iba de Huelma, que se iba a Cataluña, y lo dijo así ante las insistentes preguntas, ¿de qué vive la gente aquí?, de los olivos y de los almendros, el que los tiene. ¿Y los jóvenes?, si no tienes olivos, nada.  “A mí me da miedo salir de aquí, pero más miedo me da quedarme, sentenció”.

 

La apoyamos, le dimos ánimo, le deseamos suerte, le dijimos que  su forma de ser le facilitaría las cosas. Nos hicimos una foto con ella y nos despedimos.

 

La noche intima, para cada cual, amenizada para algunos con el flamenquito cutre, la papa y el desahogo de un grupo de transeúntes botellines.

 

Y a las siete el desayuno a lo Ángel con aceite denominación de Magina.

 

Y a buscar la salida hacia Cambil, la pista polvorienta y empinada que sube al cobertizo en la zona de Las Tosquillas para dejar los coches y comenzar a caminar.

 

Sobre un km de pista tomamos contacto con el sendero serpenteante por la antecumbre hasta los indicadores del Pico Mágina a la izquierda y el Refugio de Miramundos al frente.

 

Diecinueve a la izquierda marcando tendencia, dos al frente pacifico y florido de Miramundos, “vamos a estudiar la flora de esta montaña”.

 

Sendero que sube suave al oeste por la ladera de la antecumbre del Magina para girar al Norte y después al Noreste pasando por el pozo de nieve, detrás del cual,  confundimos, en principio, un cerro con nuestro objetivo. Pero nosotros seguimos a nuestros seguros guías y a los tres amigos de un proyecto solidario contra el cáncer que conocimos en el camino.

 

En poco tiempo, el V G del Magina bajo la estirada silueta del presi-guía y detrás, siguiendo al guía, los demás.

 

Inmortalizamos el momento, un descansito, líquidos, frutos secos y hacia nuestro segundo objetivo que intuimos al Este.

 

Cresteando con suavidad, sube y baja, piedra suelta y una última subida, por aquí la bifurcación que tomaremos a la vuelta.

 

Y ya ante el refugio remozado, la sesión de fotos, la curiosidad de entrar en el recinto, sentarse en una silla , ante una mesa a dos mil setenta y siete metros de altitud, incluso gatear por la escalera metálica para curiosear el doblado de madera imaginando encontrar alguna sorpresa excitante.

 

Y el comedor en los alrededores del refugio, asientos-piedras para todos, con vistas a los cuatro puntos cardinales, todo un lujo.

 

Cumplido los objetivos, la bajada lenta, evitando un resbalón por el sendero que lleva directo a la pista y a los coches.

 

Las previsiones meteorológicas se cumplieron con algún retraso y ya en la carretera, lluvia y generoso chubasco mientras tomamos café en una venta.

 

Aquí las despedidas y cada conductor buscó su camino siguiendo las indicaciones de “ella” que suele saberlo todo y a veces te lleva por donde no quieres ir.

 

Positiva jornada senderista, culmen “Ocho Cumbres de Andalucía” para algunos, inicio para otros.

 

Sin problemas, sin incidencias, buen ambiente, haciendo amigos, la montaña te reconcilia.

Un abrazo, amigos.

 

A Manolo Yanes y a Pepe Segura, que nos guiaron, nuestro reconocimiento.

 

Eugenio Sánchez.