2011-03-12 COVACHOS-MOLINOS

Los Covachos y Los Molinos, en Almadén de la Plata. 12/03/2011.

 

Amigas y amigos:

 

       Una vez más la naturaleza ha sido benévola con este colectivo humano. Este sábado venía anunciado como un día de lluvia constante, un “¿handicap?” para la excursión prevista. Pero ésta ha sido una nueva ocasión en la que los elementos han vuelto la cara a las previsiones y nos hemos encontrado con una fantástica jornada. La misma era consecuencia de la suma de dos pequeñas rutas en la proximidad de Almacén de la Plata.

 

   Hay que agradecer la dedicación y buen hacer de los compañeros que han velado por el orden y la guía que han dado forma a la marcha de hoy (12/03/2011), Alfonso García y Manolo Yanez –sin olvidarnos de Luis A. García, con su gripe en casa-. También dar las gracias a los “traidores” de los buñuelos, Juan Manuel Salas y Pepe Navarro; aunque esta parte fuera un extra de sobremesa. Y como no a los veintidós que nos hemos dado cita en Almacén.

 

    Después de organizar el viaje en coche desde El Alamillo (Sevilla) hasta Almadén de la Plata y una vez en el punto destino de inicio, tras haber desayunado convenientemente; esperamos hasta las 10.00 h por si aún pudiera aparecer alguno/a de los/as inscritos/as que posiblemente o se han quedado dormidos o se les olvidó avisar que no vendrían, las amenazas de lluvia que malas son. Alfonso nos informó de cómo sería el trayecto a recorrer, que encontraríamos y como debemos comportarnos en el campo para, inmediatamente, partir por la calle Reloj hacia la calle Coso y transitar sobre La Vía de la Plata, hoy también conocida por ser Camino de Santiago para peregrinos. Todo aparece mojado por las recientísimas lluvias e incluso la mañana asoma nublada, con nieblas y un aspecto amenazante de lluvias; aunque la niebla hace al novato del grupo, Pepe Navarro, recordar aquel dicho de: “mañanita de niebla, tarde de paseo…”

 

   Llaman la atención en el pueblo los múltiples nidos de cigüeña común que alberga y, por ello, el elevado número de ejemplares que se dejan ver. Es curioso que el topónimo del pueblo tenga su origen en dos de los fenómenos que aparecen en esta primera parte del recorrido de hoy “al Medin Balat” (Almacén): “las minas de la calzada” que dirían los musulmanes.

 

    Cuando la parte oeste del Cerro de los Covachos queda a nuestra derecha podemos observar pequeños barranquillos a nuestra izquierda que sirven de cabecera al arroyo de Los Molinos, éste será el protagonista de esta tarde. Rodeamos el cerro, abandonando el Camino de Santiago que se prolonga hacia el norte, entre dehesas, en busca de El Real de la Jara; para recorrer a nuestro paso la umbría de la ladera hasta que a la derecha sorprende un pequeño “circo” que alberga los Covachos, un par de cavidades actualmente canceladas –textualmente-, que dan nombre al ya citado cerro. Estas cuevas son cuna del arte rupestre, con pinturas, de la Sierra Morena sevillana  y en ellas se hallaron restos del calcolítico y neolítico. Hoy día, además, tiene una importancia superior las distintas poblaciones de quirópteros -murciélagos- que la habitan; esta es otra razón para desplazarnos por las inmediaciones de ellas sin hacer ruidos estruendosos, desagradables o fuera de lugar. Cabe recordar que una de las agresiones más comunes e involuntarias que hacemos a la naturaleza la producimos en forma de contaminación acústica.

 

    Continuamos dirección este, y aparecen las primeras especies de orquídeas que ayer atisbamos: Ophrys fusca subs. fusca, Ophrys fusca sobsp. bilunulata, Ophrys tenthredinifera y posiblemente también Ophrys incubacea. De todas las anteriormente nombradas seguro que presente estaban O. fusca y O. tenthredinifera. La base vegetal principal que nos acompañaba en esta ladera norte esta formada por jaras. Unas decenas de metros después encontramos una muestra de lo que otrora fuera cantera de mármol, de la época romana. Es una pena que en una parte de este caminar encontráramos una pequeña zona que alguien ha utilizado como vertedero, el ayuntamiento de Almadén debería poner remedio a este improperio cuanto antes.

 

     Casi de inmediato iniciamos la subida, con cuidado, entre jaras y apreciando lo que bien podrán ser muy pronto unos bellos ejemplares de Orchis italica u Orchis conica, o de ambas; la incipiente floración no me deja asegurar de que tipo de orquídea estamos hablando. Hay que alcanzar la zona próxima a la alambrada cuanto antes y continuar el ascenso con dirección oeste, pasamos por los restos de lo que seguro fue, no hace mucho, hogar de un anacoreta o similar. Cruzamos el alambre y tras unas rápidas vistas del pueblo y el cerro del Calvario, todo ello mirando al sur, nos hacemos la foto de grupo e iniciamos el rápido descenso hacia el este. Aquí observamos ejemplares de Orchis collina, este taxón fue datado por primera vez en la provincia de Sevilla el año pasado a instancias del C. D. El Batolito, en Guadalcanal, siendo esta la segunda población hallada en Sevilla y otra vez están los Batolitos por medio. Una vez en la carretera rodeamos el cerro por su lado este, hacia el suroeste, llegando de nuevo al pueblo; donde Alfonso concede 20 minutos para que el personal pueda hacer un rápido almuerzo, que así llaman por el Levante ibérico.

 

    A las 13,00 h vamos en busca de la calle Molinos para salir de Almadén con dirección oeste, el tiempo parece despejar algo quedando el cielo con nubes y claros. Cruzamos algunas escorrentías temporales y observamos como un tímido sol va ganando presencia. Nada más cruzar el arroyo de los Molinos aparece a la izquierda el cortijo del Manadero, que en el pasado fue el molino llave para los otros artefactos que vestían la ribera. Desde aquí partió una perrita que nos acompañó hasta el Rivera de Cala, antes de llegar a este río pudimos contar otros cinco molinos. En las inmediaciones del Rivera de Cala, con la provincia de Huelva en la orilla de enfrente y con un caudal importante de agua defendiendo el paso hasta tierras onubenses, nos acomodamos para comer, incluso alguna mini-siesta hubo.

 

    Se hace el escote para gastos de viaje y escuchamos con atención el discurso de bienvenida de Pepe Navarro, también se unen Andrea Falla y Pilar Navas a esta tradición ya que en su día no pudieron expresar su agradecimiento por el calor humano que este grupo desprende. Otros recuerdan leyendas de discursos de apertura hacia los miembros batolíticos y baños realizados en ríos, incitados por el calor del día rememorado. Parece que el dicho aquel de “la primavera la sangre altera” es cierto y en el ambiente flota la incipiente llamada de la sangre. Mientras dura la pitanza se oyen cosas como: “tú tienes un Polvillo en tu casa” o se recuerdan historias de octogenarios de pelo en pecho, “mu” machotes ellos. Yo también recuerdo cuando vivía en Sevilla, entonces también tenía un Polvillo en mi casa, de hecho allí se compraban los legendarios barquitos del desayuno Batolítico, hay algunas tradiciones perdidas que deberíamos intentar recuperar. Resumiendo: nuestras féminas se alborotan por una barra …de pan. No todos la han comprado en Polvillo, otros han comprado el pan en cualquier tienda del pueblo o, por ejemplo yo, en el famoso bar Valero de Utrera.

 

    Regresamos sobre nuestros pasos hasta Almacén, devolvemos la perra al Manadero y Manolo R. Espejo se enfrenta a un pavo real, más que nada por afianzar su confianza en si mismo.

 

    Pronto llegamos a Almadén y es entonces cuando Juan Manuel insiste en los famosos buñuelos de viento. El grueso del grupo nos acomodamos en lo que antaño fuera almazara de aceite, y hoy día bar, ubicado en la plaza del Pilar. A parte de los ya nombrados también comparecieron Salvador Riera, (con un recuerdo especial para Mercedes Soler que no fue de la partida al atender labores propias de su naturaleza maternal), Beatriz Alemán, Rafa Rdguez, Mercedes Mulero, Pedro Gtrrez, Nela Quintana, Mª Luisa Guerra, Miguel Triguero, Pepe Koete, Ana Barroso, los hermanos Segura: Pepe y Francisco, Pastora Aguilar y un servidor: Pepe Cuenca. Aquí cualquier antropólogo sería capaz de iniciar una tesis doctoral alrededor de los 22 humanos que somos. El primer muestreo lanza el siguiente dato: 19 individuos han sido capaces de alcanzar la petición de 13 tipos de bebidas distintas (cafés, infusiones, refrescos, etc.) para acompañar la merienda.

 

   Los batolitos somos “asín”, ¿verdad?

 

     Bueno y para finalizar del todo recordaremos la última sorpresa del día. Ya en los coches y de regreso la tarde nos regala con una preciosa y abundante lluvia, con el sol fuera, que muestra un maravilloso arco iris doble con una completa y clarísima vista del arco interior.

 

     Señoras, señores; la naturaleza es así: imprevisible, agradecida y está ahí para todos, Incluso para los que abusan de ella. Me alegro mucho de este día y, personalmente, agradezco vuestra presencia.

 

Batolitos…¡al Monte!

 

Pepe Cuen…,

…éste que lo es.

En Utrera, a 13 de marzo de 2011.