2009-05-16 JARDÍN BOTÁNICO Y RÍO MAJACEITEVISITA AL JARDÍN BOTÁNICO EL CASTILLEJO Y RUTA POR EL RÍO MAJACEITE (El Bosque) 16 de Mayo de 2009 El Pasado sábado 22 batolitos disfrutamos de doblete, organizado y guiado por nuestro compañero Joaquín Santana. Visita al jardín botánico de El Bosque, y Ruta del Río Majaceite. La visita al jardín botánico, se hizo de la mano de Jesús, guía del jardín, joven paciente y sapiente, que nos habló de las especies con un tono lleno de interés y cariño, alejado del soniquete monótono y aburrido al que nos tienen acostumbrados los guias de algunos museos. En todo momento supo adaptarse al interés mostrado por el grupo, y fué mas bién un diálogo e intercambio de opiniones y conocimientos que un monólogo cansino. Nos sorprendió el jardín, ya que al mismo tiempo de albergar gran número de especies procedentes de la zona, lo hacía simulándo diferentes entornos naturales, sin que pareciera una simple acumulación de plantas. El interés y participación que en todo momento mostró el grupo, es el fruto recogido, resultado de la incansable labor de siembra que Joaquín viene realizando en el árido huerto de nuestras mentes, alimentándolo con el rico abono de su saber, y regándolo con el gota a gota de su paciencia. ¡Muchas gracias, Joaquín! Terminada la visita, emprendimos la marcha para recorrer el tramo del Río Majaceite que discurre entre El Bosque y Benamahoma. La ruta no es muy larga, aunque al ser en pendiente, superada en algunos lugares con tramos escalonados, es aconsejable hacerla despacio si no se está acostumbrado al noble deporte del senderismo. El trazado discurre paralelo al río, bajo un frondoso bosque de galería que nos protegía del sol que lució espléndido, anunciándonos de lo breve de la primavera en esta nuestra tierra. El fuerte rumor del agua, producido por múltiples pequeñas cascadas nos acompañó todo el tiempo, regalándonos el oido al mismo tiempo que suavizaba la temperatura. El agua, cristalina, igual caía rápida y espumosa, que remansándose en trasparentes pozas, que nos invitaban al baño. Todo ello amenizado por el trino de numerosos pájaros. Un regalo para los sentidos. En nuestro recorrido nos encontramos las ruinas de una pequeña central eléctrica, y de molinos, testimonio del aprovechamiento de la fuerza del agua como ayuda al desenvolvimiento de las actividades cotidianas de los habitantes del lugar. A la llegada a Benamahoma, aprovechamos para comer en una terraza agradablemente sombreada por una parra, donde dimos cuenta de nuestras viandas, disfrutando de agradable charla, y refrescándonos la garganta con frias cervezas y refrescos. A continuación atravesamos el pueblo, dura cuesta después de comer, hasta llegar al nacimiento del Rio Majacéite, donde pudimos ver como brota de la roca, caudaloso. Aprovechamos para visitar el Ecomuseo del Agua, ubicado en el antiguo Molino del Nacimiento, donde pudimos ver la sencilla pero eficaz maquinaria que se usaba para moler el trigo, utilizando la fuerza del agua que brota del nacimiento del rio, todo ello explicado con los pertinentes paneles ilustrados. Durante esta visitas, pasamos a una pequeña y oscura sala, donde nos proyectaron un audio-visual, que seguimos con atención. (Alguno con demasiada, como lo demostraba los ojos cerrados, acompañados de una quietud, síntoma de concentración). Tomamos el camino de vuelta y, una vez en El Bosque, nos reunimos en un bar para tomar un café, comentar la ruta y escuchar el discurso de presentación que, al principio remisa, nos dió la neo-batolita Lola. Fué aplaudida y, por supuesto, acogida en el seno de nuestro grupo. A continuación, subimos a los coches, y vuelta a casa. Muchas gracias a todos los presentes, que con su compañía colaboraron con mantener ese ambiente de compañerismo del que nos gusta hacer gala en el grupo, y especial agradecimiento a Joaquín, que con esta ruta pone broche de oro a la impresionante serie con la que este año nos ha facilitado el acercamiento y conocimiento del Pinsapo, el ecosistema que lo rodea y los maravillosos paisajes en los que crece. Gracias a ello, los batolito sienten esta joya botánica mas cerca de su corazón. Batolitos, al monte. Manolo R. Espejo.
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