Paseando hace poco por Córdoba, me encontré con este monolito adosado a la pared del ayuntamiento.
Señalaba antiguamente el comienzo del camino que se adentraba en la Sierra Cordobesa, y proclamaba que esos caminos era patrimonio del pueblo.
Antes bastaba una piedra para dejar claro el derecho de paso. Actualmente, a pesar de las reivindicaciones de muchos sectores de la sociedad, los caminos están desapareciendo a causa de la ambición de los terratenientes y de la pasividad, si no conivencia , de las diferentes administraciones implicadas.