Hola, Mercedes
Dolorosa noticia.
Conocí a Remedios cuando nos acompañó hace casi dos años en una ruta por las minas Theuler en Santa Olalla.
Me comentastes que ya estaba luchando contra su insidiosa enfermedad, pero que cuando podía sacaba fuerzas de flaqueza para recorrer los caminos con sus compañeros. Me impresionó su sonrisa que, a pesar de lo duro de su enfermedad, no desaparecía de su boca.
Como bien dices, ahora recorre senderos donde no hay piedras. Donde las cuestas son suaves caminos que llevan a las mas altas cumbres, que pondran el mundo a sus pies.
Como pequeño homenaje pongo un enlace de algunas fotos en las que aparece.--->
FOTOS DE REMEDIOS
Un fuerte abrazo de mi parte a su familia, y también a los compañeros que compartieron tantas horas de caminos como peregrinos.
Como amaba la naturaleza, le dedico esta pequeña poesia de Patxi Andión, en la que se expresan sentimientos hacia el mar y la despedida, que pueden ser extesivos a aquellos que amamos el campo.
Manolo Rodríguez.
Marinero esta tú alma teñida de mar,
calada de tiniebla y temporal.
Tienes la barca comprada y la morada alquilada,
del tal modo eres esclavo de la mar, pescador,
que el día de la partida
y soltar la ultima amarra,
no sabes dejar tu alma
en tierra adentro varada.
Y al final...al final es en la mar
donde la vas a entregar.
Cuando me muera no quiero
ni coronas de claveles,
ni tierra con lirios viejos
que me flagelen los dedos.
Quiero que la mar se estreche
hasta que tropiece el eco.
Quiero morirme despacio...
Quiero morir navegando...
Quiero darle mi alma rota,
arañada en los talones,
a la más vieja gaviota...
y alimentar sus pichones.
Yo quiero sentir las olas
cubrirme toda la vida,
que se me escapa sin verla,
por un camino sin prisas.
Quiero morirme de cerca.
Quiero morirme hacia abajo.
Quiero morirme descalzo.
Quiero morir caminando...
Patxi Andión