Datos de interés de Montejaque
Superficie: 46,60 Km2
Número de habitantes: 1.009
Gentilicio: montejaqueños
Visitas Destacadas:
• Iglesia parroquial de Santiago el Mayor,
• Sistema Hidrologico Cueva de Hundidero-Cueva del Gato.
• Llanos de Líbar.
Situación Geográfica:
En la parte occidental de la Serranía de Ronda, comarca a la que pertenece. Dista 120 kms de Sevilla, 140 kms de Málaga capital, 21 de Ronda y sólo 2 de Benaoján. El casco urbano se encuentra a casi 700 metros de altitud sobre el nivel del mar, la zona registra un índice pluviométrico superior a los 1.600 l/m2 y la temperatura media anual se sitúa en 16º C.
El municipio de Montejaque extiende sus tierras entre el valle del Guadiaro y la Sierra de Líbar, y parte de su territorio se adentra en el Parque Natural de Grazalema. Dada su situación fronteriza entre estos parajes, el término municipal de Montejaque goza de una riqueza paisajística de elevadísimo interés, potenciada además por un accidentado relieve en el que destacan el Peñón de Mures (865 metros), el Cerro Tavizna (899 metros) y el Hacho (1.065 metros).
Sorprende comprobar cómo a sólo dos kilómetros del pueblo, entre las formaciones rocosas de las sierras de Montalate y Juan Diego, el terreno se abre inesperadamente y aparecen unos extensos prados donde pasta el ganado vacuno, una zona que contrasta radicalmente con cualquier otro lugar del municipio, donde la orografía está determinada por fuertes desniveles.
El núcleo urbano, al abrigo de unas imponentes rocas, tiene dos zonas bien diferenciadas; la parte baja, de trazado rectilíneo, y la alta, de origen árabe y por lo tanto con calles serpenteantes y empinadas. El nombre de la localidad, también de origen árabe, suele traducirse como ‘montaña perdida’. No hay documentación sobre la existencia de algún asentamiento anterior a la llegada de los árabes, y parece ser que éstos construyeron un castillo desde el que se dominaba parte de la Serranía. A partir de la conquista cristiana y de la entrega de Montejaque y Benaoján al conde de Benavente, ambas poblaciones dejaron de ser consideradas arrabales de Ronda.
Durante la sublevación morisca, Montejaque fue escenario de un hecho poco usual, como fue el caso de que su alcalde, el morisco Mamad Idriz, sufrió más de un atentado por colaborar abiertamente con los cristianos. No le salió mal esta jugada porque, a la postre, expulsada la población morisca, fue recompensado con tierras e incluso con una pensión vitalicia.
Las crónicas recogen que a principios del siglo XIX, en plena Guerra de la Independencia, José de Aguilar, un afamado guerrillero, se enfrentó a las tropas napoleónicas en el puente del río Gaduares el 20 de octubre de 1810. José Aguilar mandaba una tropa de unos 250 hombres procedentes de varios pueblos más o menos cercanos (Benaoján, Atajate, Montejaque, Cortes y Jimera de Líbar), que derrotaron a 600 soldados y 90 jinetes franceses.
Aunque el centro urbano del pueblo mira al valle del Guadiaro desde el pie de los roquedales del Cerro del Hacho (1.075 m.), su paisaje se esconde en el interior de la sierra, encerrando en ella algunos de los más bellos parajes que se pueden imaginar. Saliendo de Montejaque por el camino que sube entre las Sierras de Montalate y Juan Diego, compartido con el municipio de Benaoján, al poco de abandonar las últimas casas, conviene hacer una parada y volver la vista atrás para contemplar un atractivo enmarque del pueblo entre las rocas de estas dos sierras. Después de algo más de 2 kilómetros de subida, se llega a un paraje inusitado. Allí, en lo alto de la sierra, a casi 1.000 metros de altura hay unos grandes llanos cubiertos de prados en los que pasta el ganado vacuno entre encinas y algunos afloramientos rocosos. Por el centro del llano atraviesa un antiguo camino realengo que evoca historias de correos, diligencias, migueletes y bandoleros. Este camino es vía de comunicación entre Montejaque y Benaojan hacia Villaluenga del Rosario a través del Pto del Correo y hacia Cortes de la Frontera por el Pto de Libar.