Ha sido una de las comidas mas intensas que se han vivido.
Por algún tipo de malentendido, nos encontramos, al llegar al sitio de reunión, que la reserva del local, que en estos últimos años nos había conseguido Maripá, figuraba concedida a otro grupo. Momentos de tensión y desconcierto.
Maripá discutía con los responsables del local, argumentando que había realizado la reserva convenientemente, pero no llegaban a acuerdo, y el tiempo avanzaba inexorable.
Decidimos que la mejor forma de apoyar a Maripá en el conflicto, es avenirnos a buscar una alternativa, y evitar que se llegara a la tensa de situación de 30 personas frente a otras treinta disputando el sitio. No iba a ser bueno para nadie. No hay que olvidar que es un local gestionado y compartido por una comunidad de vecinos, y ella es la que vive allí.
Se estudian alternativas, y al final llega nuestro salvador. Nuestro compañero Eugenio nos ofrece celebrar la fiesta en una casita de campo que tiene a unos 10 Kms, y se organiza el traslado. Recogida de la intendencia, búsqueda de la ubicacion de la parcela por los diferentes conductores, al mismo tiempo que el compañero Salvador se queda esperando a los rezagados, para comunicarles el cambio de sitio.
A partir de ese momento, todo sobre ruedas. Llegamos sin problemas al sitio, y rápidamente nos pusimos todos a una a preparar las mesas, y distribuir los ricos alimentos.
Describir el evento creo que se merece un capítulo aparte. Ahora lo que quiero es recalcar dos cosas.
Primero, agradecer enormemente a Maripá que nos gestionara el sitio, y pedirle que no se preocupe de lo sucedido. Está claro que hubo algún malentendido, y que entendemos lo mal que lo tuvo que pasar, y que luchara como una leona para que prevaleciera su razón. Pero no merecía la pena conseguir el sitio. Hubiera sido una fiesta amarga para todos nosotros, y no digo para el grupo que se quedara fuera.
Segundo, agradecer mas enormemente todavía a Eugenio su providencial ofrecimiento, que salvó el día. Estuvo atento a nosotros, disponiendo que no faltara nada.
Sabemos que al poner la casa a nuestra disposición, nos dedicó mas tiempo del que le era posible, porque tenía otros compromisos, lo cual agradecemos doblemente.
Un abrazo para todos, que también permitieron con un fabuloso espíritu de colaboración y de aceptación a las nuevas circunstancias, que lo que pudo ser un triste día, al final se convirtiera en un fabuloso momento de convivencia.
Ya están las fotos disponibles.--->
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