Ascensión al Peñón de Algámitas (1.128 m) desde el área recreativa (800m):
Hora y punto de encuentro: A las 10.30 am en el complejo turístico “El Peñón”.
Cómo llegar: Una vez en el pueblo de Algámitas tomar la carretera que se dirige a Pruna, en caso de no encontrarla cualquier persona del pueblo nos la indicará amablemente y unos 4 km después de salir del pueblo de Algámitas por una carretera que va ascendiendo entre zig-zags que se dirigen al Puerto del Zamorano, encontramos una pista asfaltada que entre olivares nos llevará al idílico complejo rural “El Peñón”, que no sólo dispone de magníficas instalaciones, sino de un restaurante donde todo quel que lo desee podría almorzar después de la ruta. Ya que ésta se puede realizar fácilmente en unas 4 ó 5 horas como máximo.
Distancia y desnivel aprox.: 10 km en total y unos 400 m de desnivel
Nivel de dificultad: Medio, lo puede realizar cualquier persona que esté medianamente en forma, excepto los últimos 30 m hasta su misma cumbre ya que requieren de una pequeña trepada no apta para personas con vértigo, pero existe un precioso mirador natural a pocos metros de la cumbre que colmará las expectativas de todo aquel que no se atreva a rematar la cumbre..
A tener en cuenta: el regreso completando el trazado circular aunque muy entretenido, cuenta con algunas pendientes y algunos tramos de sendero poco marcados, que siempre suele provocar mas de una caida no sólo de personas mayores, sino de cualquier senderista a poco que te descuides, además cuenta con algunos toboganes de subidas intermedias que en el tramo final hasta la bajada definitiva se pueden hacer algo duros. Sin embargo le da un toque muy montañero que les gustará y divertirá a todos los amantes de la aventura. Sin embargo, sería recomendable plantear la alternativa de regresar por el mismo camino de ascensión para las personas que no quieran arriesgarse a un resbalón ó algún tramo algo incómodo en la versión circular del descenso, en ambos casos habría que establecer un guía ó dos para las dos versiones de descenso. En ambos casos unas buenas botas de trecking y un par de bastones son altamente recomendables en esta ruta siempre espectacular a comienzos de primavera.
Cómo núnca se sabe lo que vamos a tardar, lo normal sería unas 4 horas, hay que recomendar que como de costumbre cada uno se lleve su comida y bebida, pero según el tiempo disponible al bajar, aquel que lo desee podría almorzar una magnífica pata de cordero al horno o similar por un precio muy razonable en el Restaurante panorámico el Peñón que hay en el mismo aparcamiento del camping.
Se trata de una ascensión que se puede realizar de forma circular: La subida mas directa es la que se realiza rodeando su cara este y sur es decir, tal y como miramos hacia la cumbre desde el área recreativa, rodearíamos la montaña por la izquierda, manteniéndonos en la subida cerca de la base de sus farallones rocosos, sin duda se trata del camino mas corto para llegar a su cumbre, pero como siempre el tramo mas corto coincide con el mas empinado. Sin embargo, cabe la posibilidad de escoger la otra opción para ascender de una manera mas tendida y suave, rodeando toda la cara norte y oeste, de tal manera que tal y como miramos la cumbre desde el área recreativa, la rodearemos por la derecha, siguiendo las indicaciones del “SL 4” uno de los pequeños “senderos locales” que se han creado para promocionar la práctica del senderismo alrededor del peñón. Y que en este caso comienza frente a la caseta de información, a través de una senda empedrada por la que nos iremos abriendo paso, entre un original conjunto de cabañas, perfectamente equipadas, cada una con el nombre de alguno de los pueblecitos de la zona, mientras mas de uno irá planificando mentalmente venir a pasar un fin de semana en plan relax para disfrutar de este oasis de paz.
A la sombra del bosque de encinas, que antaño cubría por completo todas sus laderas, al igual que las del Cerro del Terril, iremos ganando altura casi sin darnos cuenta. No tardaremos en atravesar una primera valla, mientras seguimos rodeando la cumbre que llevamos en todo momento a nuestra izquierda, en permanente ascensión. Cuando comencemos a dejar atrás el bosque de encinas, por la cara noroeste, llegamos a la segunda valla, que también habrá que atravesar.
Conforme vayamos rodeando el Peñón de Algámitas por su cara suroeste, la vistas hacia la sierra del Tablón, que básicamente es el Cerro del Terril (1.129 m), son cada vez mas grandiosas, lástima que la mayor parte sufriera un terrible incendio, a duras penas disimulado por amplias zonas cubiertas de matorral y algún solitario chaparro. Aunque casi todo el tiempo vamos en permanente ascensión las numerosas sendas marcadas por el paso del ganado, van faldeando el cerro en suave pendiente, debiendo escoger siempre la senda que vaya mas hacia arriba, hasta que por fin nos situemos en la plataforma cimera, donde nos encontraremos con un pequeño prado y de allí nos situaremos fácilmente en una preciosa balconada que nos deja a tiro de piedra de la cumbre, situada a menos de 30 m. de nosotros, a la que sólo se puede acceder a través una desafiante trepada para coronar sus 1.128 m.
De vuelta al pradito de la antecumbre, en vez de descender por donde hemos venido, es decir hacia la derecha, lo suyo será hacerlo hacia la izquierda, para completar el círculo, se trata de una bajada bastante mas empinada, parcialmente cubierta de matorral en algunos tramos, pero que descendiendo con cuidado en algún tramo resbaladizo, no tiene mayor dificultad, que la de saber escoger siempre la senda adecuada en caso de encontrarnos con alguna bifurcación, siendo siempre la opción recomendada la de la izquierda, que es la que nos mantendrá mas cerca de los farallones rocosos que llevamos a nuestra izquierda, hasta que tal y como vayamos acerándonos a su base, se irá suavizando la pendiente, entrando de nuevo en el bosque de encina, donde a buen seguro nos encontraremos con algunos caballos y otros animales de granja, así como con parte de las instalaciones del área recreativa hasta llegar al Restaurante El Peñón, donde nos sabrá a gloria una buena cervecita y un buen chuletón o pata de cordero tras la caminata.