Nueva subida a estos, para un servidor, míticos picos y en esta ocasión con un aliciente especial; se trataba de rendir homenaje a una compañera y dos compañeros que, desgraciadamente, la madre tierra les llamó de forma prematura.
Parecía que todo se estaba alineando para que este homenaje se celebrase con todo a nuestro favor, pues la meteo puso de su parte y nos ofreció una mañana que, a primeras horas cubrió el paisaje con una densa niebla para, poco a poco, ir despejándose y ofrecernos un cielo limpio y de un azul intenso.
Las 16 compañeras y compañeros que participamos en esta actividad pudimos disfrutar de una excelente jornada de camaradería, cumpliendo los horarios y dando buena cuenta de nuestras viandas y nuestros vinos junto al mirador que se encuentra a escasos metros del Gastor.
No me queda más que dedicar estas letras, al igual que el pequeño poema que me permití leer en la cumbre del Lagarín, a estos tres compañeros y agradecer a todos y todas la agradable compañía.
A la memoria de Begoña, Pepe y Rafa.
Juntos tocamos el cielo,
cabalgamos sobre nubes
negras que barruntaban tormentas,
que no llegaron.
Juntos amamos la tierra,
esa que, por tanto amarla,
os llamó con tanta premura.
“ Hasta siempre apañeros”