Recien llegado a casa, no he querido esperar para exponer mis impresiones de esta ruta.
Como sabeis, he estado mas de tres meses apartado de toda actividad del grupo, a causa de un molesto ataque de vértigo, del que me he ido reponiendo lentamente.
Durante este tiempo he estado recibiendo todo tipo de muestras de cariño y apoyo, que me han ayudado a pasar este proceso de una forma menos dura.
Especialmente tengo que agradecer a Salvador Riera, Mercedes Soler y Pepe Segura, que sacaron a pasear al abuelo en pequeñas rutas, que me sirvieron de prueba para ver que iba mejorando.
Después de esto, me he animado a apuntarme a la ruta al Castillo de Cotes, preparada por el compañero Pepe Cañero, que tras asesorarme de sus pocas dificultades, me hizo valorar que estaba en mis posibilidades.
Estoy contentísimo de haberme animado. Para empezar, el cálido recibimiento que me dieron en el punto de encuentro de Hytasa. Luego todos estuvieron atentos a mi marcha durante la ruta, animándone ante cualquier vacilación, preguntándome y congratulandose por el hecho de que anduviera con mas o menos garbo.
Para mí ha sido una ruta perfecta. La alegria de volver a ver a mis compañeros. El ver que me he desenvuelto mejor de lo que esperaba y, sobre todo,el poder sentir en mis carnes el proverbial CALOR HUMANO que hace que este grupo sea algo mas que un club de senderismo.
El día ha acompañado con una agradable temperatura y en gran parte del recorrido hemos disfrutado de un día soleado, a pesar de lo que augurababan algunas prediciones.
El recorrido que nos ha preparado el compañero Pepe Cañero, ha sido muy bonito y equilibrado, con caminos entre pinos,algún toque de aventura entre jaramagos, y la visita al interesante Castillo de Cotes, desde el que hemos disfrutado de unas bonitas vistas. por último, nos hemos acercado a unos interesantes miradores. Gracias Pepe por tu compromiso de colaboración con el grupo.
Al regreso, la tradicional parada a tomar un café o refresco. No me pude aguantar, y me di el gusto de comprar una una morcilla de hígado de Montellano, de la que me habían hablado muy bién, para compartir con los copañeros en el momento, y doy fé de que estaba muy rica. (He incumplido todas las prevenciones respecto a los alimentos que no debo disfrutar, así que os exorto a guardar un cómplice silencio ante Maribel. Ya se sabe. Lo que pasa en Montellano, se queda en Montellano)
Gracias a todos por los gratos momentos, y aprovecho para dar la bienvenida a los nuevos compañeros, que espero que se encuentren tan a gusto como me encontré yo, el día que vine por primera vez con este grupo, hace ya ocho años.
Ya teneis las primeras fotos disponibles --->
FOTOS
Un abrazo a todos,
Manolo R. Espejo